MAS SOBRE CALLES ROCA, Y OSVALDO BAYER

Inicio Foros Foros de discusión Puerto Madryn Puerto Madryn MAS SOBRE CALLES ROCA, Y OSVALDO BAYER

  • Este debate tiene 26 respuestas, 3 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 12 años, 1 mes por Anónimo.
Viendo 15 entradas - de la 1 a la 15 (de un total de 27)
  • Autor
    Entradas
  • #3007
    admin
    Superadministrador

    REpite en la edición de hoy

    EL PROYECTO DEL DIPUTADO PASCUARIELLO
    Osvaldo Bayer alude al proyecto del diputado madrynense en Página 12
    El cambio de nombre de la avenida Roca de Puerto Madryn levantó olas más allá de las del golfo Nuevo.

    El cambio de nombre de la avenida Roca de Puerto Madryn levantó olas más allá de las del golfo Nuevo. Pero al menos, la prensa nacional -Página 12- y Osvaldo Bayer se hicieron eco del proyecto elevado por el diputado provincial Carlos Pascuariello (PJ-Chubut). En la nota, republicamos la del mencionado medio nacional así como el Proyecto de Ley y, asimismo, la que publicó Crónica de Comodoro Rivadavia.

    El día 15/05/07, Carlos Pascuariello escribió:

    PRENSA, VILMA DI RUSSO.

    SR. DIRECTOR LE ENVIO NOTA DEL DIARIO PAGINA 12 DEL SABADO 12 DE MAYO, CONTRATAPA, DONDE OSVALDO BAYER HACE REFERENCIA A UN PROYECTO DEL DIPUTADO CARLOS PASCUARIELLO Y MAS ABAJO NOTA DE LA PRENSA LOCAL Y DIARIO CRONICA DE COMODORO RIVADAVIA, Y EL TEXTO DEL PROYECTO A PRESENTAR.

    El país Economía Sociedad El mundo Espectáculos Psicología Deportes Universidad Ultimas Noticias Contratapa

    Radar Radar Libros Cash Turismo Líbero NO Las/12 Futuro M2 Rosario/12 Especiales Fotogalería

    Contratapa del Sábado/12-May-2007 | Hoy Ingresar | Registrarse

    Las vaquitas son ajenas…
    Por Osvaldo Bayer

    No mandemos los garrotes de la Gendarmería para solucionar problemas sociales. Aprendamos de nuestros niños. Contra el hambre y la miseria vienen marchando desde Misiones. Y llegarán a Buenos Aires el viernes que viene, a las 15 a Plaza de Mayo. Allí estaremos todos esperándolos. Llevan adelante el lema: «Ni un pibe menos, el hambre es un crimen». Una sociedad que se precie de decir que constituimos una democracia no puede seguir permitiendo que el cincuenta por ciento de nuestros niños esté viviendo bajo el nivel de pobreza. Cuántas veces lo seguiremos diciendo. Si es necesario lo repetiremos en cada una de nuestras contratapas. Que nuestros campos «ubérrimos», como los calificaron tantos poetas, no sean capaces de alimentar a nuestros niños, no tiene disculpas. Que no haya las suficientes espigas de oro para elevarlos a la categoría de niños sanos, no tiene disculpas. Si revolvemos las cifras estadísticas que nos hablan de los niños anémicos y los que mueren diariamente porque viven en la miseria, tenemos la obligación de mirarnos al espejo. Obligación de cada ciudadano.

    Argentina. Tierra y pan, techo y escuela. En cambio, villas miseria, violencia siempre en aumento. Rejas, rejas, rejas. Hasta en las plazas. «Ved en trono a la noble igualdad», cantamos. El poder efectivo goza de su injusticia encerrándose en los countries. Más rejas ante más pobreza. A la violencia de la sociedad injusta se la trata de olvidar con más guardias personales, agencias de custodios. Pero allí también nace la corrupción. Más policía también es igual a más corrupción en las sociedades injustas. No es la solución, los garrotazos uniformados van a producir más violencia de abajo. Sin ninguna duda. El diálogo es lo único que ayuda. El saber repartir equitativamente. A cada cual lo suyo. Principalmente a cada niño, a esos que han cesado de sonreír apenas después de nacer. El papa Ratzinger, en vez de preocuparse tanto por el aborto tendría que hablar del hambre infantil. No enseñarle al ser humano a rezar al Altísimo, sino aconsejarle de salir a la calle con la sagrada palabra de la protesta contra la injusticia. La verdadera religión tendría que ser la que nos enseña la equidad, el derecho de todos a la vida. Enseñar el no al eructo del festín de los del poder efectivo y el sí a los ojos de alegría de los niños cuando se les entrega todos los días el pan fresco del derecho de vivir.

    Por eso esperaremos el viernes a los niños misioneros organizados por Pelota de Trapo, en la que está el espíritu amplio y generoso de Alberto Morlachetti, el hombre de la mano y el espíritu abierto para quienes sí tienen el alma blanca, pero el estómago con el vacío que crean los injustos.

    En Rosario se hizo un hermoso homenaje a aquel grande que se llamó Atahualpa Yupanqui. El hombre que en sus canciones trajo todo el dolor de los pueblos originarios de la tierra. Dolor, pero también su profundo lenguaje de la poesía del aire, los soles y el viento. «Las vaquitas son ajenas, las penas son de nosotros.» Así, en la canción la verdad y la protesta profunda y dolida. Parco, hondo. Sabía traducir las palabras de las piedras y el silencio del algarrobo. El dolor sin palabras de la madre kolla cuando partía su hijo para siempre. La ira en los ojos de esos hombre silenciosos cuando venían gobernadores, ministros y uniformados y se les quitaba la tierra de mil años con un papelito firmado por el juez de turno. Todo lo decía don Atahualpa con su guitarra, nunca guardó silencio. Y en las palabras con que, en ese acto, expresé mi admiración por el poeta de los cerros y el silencio recordé algo que la historia oficial ha callado. Que don Atahualpa sufrió prisión por decir la verdad y construir la protesta. Fue cuando expresó con toda la fuerza de su genio la demanda por la humillación que habían sufrido los kollas jujeños cuando en 1946 hicieron el llamado «Malón de la paz», desde el norte de Jujuy hasta Buenos Aires en una numerosa columna que atravesó todo el territorio de la República hasta llegar a Buenos Aires. En la Plaza de Mayo los recibió Perón, pero pocas horas después se los llevó al Hotel de Inmigrantes –terrible ironía, a quienes vivían desde siglos atrás en tierra americana, en Buenos Aires, se los hospedó en ese lugar para extranjeros recién llegados– y sin pausa alguna se los desalojó días después de allí, se los cargó por la fuerza con la policía y la marina de guerra, se los metió en vagones de carga y fueron obligados a volver a su tierra de origen sin ver cumplido su sueño de que se les devolvieran las tierras para que la comunidad las trabajara. Todos los detalles de este comportamiento vergonzoso de las autoridades de esa época están reflejados en el libro Los indios invisibles del Malón de la Paz de Marcelo Valko, que acaba de publicar la editorial de las Madres de Plaza de Mayo. Ahí está la carta que les escribió Atahualpa Yupanqui a los maltratados kollas. Ahí les dice: «Hermano Kolla: te lo advertí, hermano Kolla. Recuerdas que te hablé de Condorcanqui, de Katari, de Pillipico? Ellos también como tú, se echaron el sol al hombro y caminaron senderos del Ande hasta las Pampas desiertas, con la ilusión que la vida prende en los seres humildes que creen que aquellos que viven bien piensan y sienten bien. Te vi pasar por los caminos del Tucumán, saludé tu esfuerzo con mi mayor alarido. Nuestros ponchos conversaron sobre cosas comunes. El mío, rojo y azul dijo las cosas del sueño alto y de la copla libre. El tuyo, castaño y pardo como tu vida y como la tierra que el rigor aconseja al corazón que sabe esperar siglos la aurora que libera de las sombras». Y más adelante le señala: «Tú, indio del Ande, mestizo de la Puna, huésped de Buenos Aires, fuiste echado a patadas. Roto quedó tu erkencho. Destrozado tu bombo. Con las hilachas de tu pobre poncho enjugaste tu llanto. Tu llanto, hermano kolla. ¡Cómo me duele tu llanto que es el mío y el de todos los que animamos nuestro corazón para mostrar la injusticia de tu voz! Ahora marcharás camino del regreso, que son para tu pueblo caminos de derrota. Allá conversarás, superada tu angustia, con tono más altivo. ¡Supay Huarkanka Huachaska!»

    Por publicar esa carta, Atahualpa Yupanqui fue detenido y pasó seis meses a disposición del Poder Ejecutivo en la cárcel de Devoto. ¿Cómo se puede enviar a la cárcel a un cantor del pueblo por defender a sus hermanos de sangre? Después de la cárcel, Atahualpa marchó al exilio.

    Pero pasaron muchos años, estamos ya en la década del sesenta y Atahualpa dio un concierto de canciones en Madrid. Ahí estaba Perón, en el exilio, y concurrió al recital. Terminada la función el general Perón subió al camarín del cantor indio. Atahualpa relata que cuando lo vio a Perón, le dijo: «Qué feo es el desarraigo, ¿no?. Cuando usted me mandó al exilio, por defender yo a los kollas y por decirle que fue un latrocinio envagonarlos y mandarlos al norte… que era una vergüenza lo que se hacía con los hermanos… es feo el desarraigo…»

    –Entiéndame –le respondió Perón–, lo que pasa es que fue un lobby que me hicieron la gente de Patrón Costas, el Ejército, la Gendarmería y el general Filomeno Velazco. Además, cuando uno está arriba hay que tomar medidas… si no los paraba a ustedes me pedían una reforma agraria de fondo, y no estábamos para una reforma agraria…

    Los pueblos originarios siguen pidiendo con una extrema paciencia la devolución de sus tierras. Actualmente, por ejemplo, mapuches piden la devolución de 500 hectáreas en tierras de Leleque, las cuales hoy «pertenecen» al empresario italiano Benetton. Pero lo piden con dignidad. Como hay un pedido parlamentario que esa tierra se expropie al actual «propietario» y se dé a los legítimos pobladores, Nahuelquir y Curiñanco, los mapuches interesados, se oponen a que sean expropiadas, porque así va a ir ese dinero a Benetton. Y se preguntan: ¿por qué darle dinero por algo que no le pertenece?

    Increíble. La dignidad por encima de todo.

    Y por eso hemos saludado el proyecto del diputado patagónico Pablo Pascuriello por el cual propone el cambio de nombre de las plazas, calles y monumentos que lleven el nombre de teniente general Julio Argentino Roca, y que en el futuro pasen a llamarse «Pueblos originarios». Esto, por respeto a la mayoría de los argentinos, ya que de acuerdo con los estudios antropológicos el 56 por ciento de nuestros habitantes lleva sangre de esos pueblos que habitaron desde siempre estas tierras. Es un verdadero insulto que ese general, autor de la llamada «campaña del desierto», sea honorificado de esa manera. Sabemos que esos honores se lo dieron quienes se beneficiaron con las tierras ocupadas por el ejército de ese general. Y el ejemplo de la dignidad va cundiendo. Honor a la comisión municipal de la localidad de El Huecú, en Neuquén, que acaba de quitar el nombre de Roca a su avenida principal. De haber vivido don Atahualpa, hoy mismo hubiera viajado hasta El Huecú y en una esquina de la avenida recién bautizada con un nombre digno hubiera templado su guitarra y entonado Caminito del indio.

    Mis Recortes: 0 [0%]

    Principal| Secciones| Suplementos| Rosario/12| Anteriores| Búsqueda| Correo| Publicidad

    © 2000-2007 http://www.pagina12.com.ar| República Argentina | Todos los Derechos Reservados

    – TEXTO DE LA GACETILLA LOCAL Y DEL DIARIO CRONICA DE COMODORO

    Y MAS ABAJO EL TEXTO DEL PROYECTO A PRESENTAR COMPLETO

    PARTE DE PRENSA-13/04/07

    IMPULSAN QUE SE LLAMEN «POBLADORES ORIGINARIOS»

    Promueven cambiar el nombre de las plazas y monumentos de Roca de ciudades de Chubut

    Se reinstala el debate por la figura de quien impulsó la «Campaña del Desierto». Un proyecto del Diputado Carlos Pascuariello reaviva la llama. La necesidad de revisar la historia.

    El Diputado provincial Carlos Pascuariello (PJ), promueve el cambio de nombre de las plazas que en Chubut rememoran la figura de Julio Argentino Roca, por el de «Pueblos Originarios». Dicho cambio debería producirse, en caso de prosperar su iniciativa, en las ciudades de Comodoro Rivadavia, Esquel, Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Ciudades donde se hallen nombres de plazas y o monumentos.

    El proyecto de declaración presentado por el legislador, está sustentado en la necesidad de revisar la historia sangrienta que lideró Roca y en el reclamo de las comunidades aborígenes –que representan gran parte de la población de esta provincia.

    Pascuariello resaltó la discusión histórica ideológica que se ha instalado en el país -ya que distintas personas y personalidades se han manifestado en su momento-, que amerita la revisión, por parte de los organismos del Estado, de la actual nomenclatura pública de calles, avenidas, paseos y plazas.

    Un claro ejemplo de este avance revisionista lo protagonizó la comisión municipal de la localidad de El Huecú, en la provincia de Neuquén, que quitó de su avenida principal el nombre de Julio Argentino Roca. Además el historiador y pensador del campo nacional y popular, Osvaldo Bayer, lleva adelante una campaña cultural en el territorio nacional instruyendo respecto a las prácticas criminales y consecuencias de la denominada «Campaña del Desierto» que llevó adelante Roca.

    Inclusive militantes de la Juventud Peronista presentaron un anteproyecto «fundado» para quitar de la actual nomenclatura de calles, avenidas, paseos y plazas públicas el nombre de este ex presidente, porque su expedición «significó para los pueblos originarios la desaparición forzosa de familias completas, su historia, costumbres y cultura centenarias». Esto fue nada más y nada menos que una «práctica lesiva de los derechos humanos» y un «ejemplo más de la detestable práctica genocida de torturas y crímenes sobre la base de la impunidad del estado».

    Como ejemplo de estas terribles prácticas contra los pobladores originarios, vaya el comentario publicado en el periódico Página 12 por parte del historiador Bayer, quien relató que a los aborígenes prisioneros «se les estaqueaba y torturaba atrozmente descoyuntándolos para que informaran». En este marco también se propició la apropiación de tierras que el mismo general Roca regalaba a sus allegados, como el caso de su dentista norteamericano George Newbery.

    TEXTO DEL PROYECTO A PRESENTAR COMPLETO

    Honorable Legislatura

    De la Provincia del Chubut

    B. Mitre 550- (9103) Rawson-Chubut

    VISTO

    La discusión histórica ideológica instalada en la comunidad Chubutense sobre la figura de Julio Roca, amerita el análisis y toma de decisiones por parte del Estado, en lo relativo a la actual nomenclatura publica de calles, avenidas paseos y plazas.

    CONSIDERANDO

    Que un numero importante de personas en toda la Argentina, se han expresado a su tiempo, a favor de iniciativas tendientes a discutir la permanencia de nomenclatura publica de hombres que tenían en su pasado histórico actuaciones para revisar.

    Que, representantes de la comunidad mapuche tehuelche, expresaron la necesidad de renombrar a la actual nomenclatura publica de calles, avenidas paseos y plazas como «Pueblos Originarios».

    Que a las declaraciones de la comunidad mapuche tehuelche se le han sumado voces a favor por parte de las organizaciones trabajadoras CGT y CTA del valle., por medio de sus dirigentes

    Que una gran parte de nuestros vecinos, se han expresado, a favor de iniciativas tendientes a debatir sobre la permanencia de la nomenclatura publica en honor al «conquistador del desierto», General Julio Argentino Roca.

    Que militantes de la Juventud Peronista, presentaron un anteproyecto fundado, para quitar la actual denominación de calles, avenidas paseos y plazas publicas de nombre Julio Argentino Roca.

    Que a ello debemos sumarle las charlas realizadas por el reconocido historiador y pensador del campo nacional y popular, Osvaldo Bayer, quien lleva adelante una campaña cultural en el territorio nacional instruyendo respecto a las practicas criminales y consecuencias de la denominada «campaña del desierto».

    Que la mencionada expedición llevada a cabo por el General Julio Argentino Roca significo para los pueblos originarios la desaparición forzosa de familias completas, su historia, costumbres y cultura centenarias.

    Que la practica lesiva de los derechos humanos del General Roca y sus seguidores, es un ejemplo más de la detestable práctica genocida de torturas y crímenes sobre la base de la impunidad del estado.

    Que como ejemplo de las crímenes cometidos, se puede tomar la nota de opinión periodística brindada por el Historiador Osvaldo Bayer al periódico Pagina 12, medio en el cual relato que durante la incursión sangrienta de Julio Argentino Roca a los aborígenes prisioneros «se les estaqueaba y torturaba atrozmente descoyuntándolos para que informaran».

    Que a las prácticas asesinas se le deben imputar también la malversación con tierras de propiedad aborigen, robadas a sus dueños originarios y repartidos como botín de guerra; como caso el ejemplo de las tierras regaladas por el mismo General Julio Argentino Roca a su dentista norteamericano George Newbery, dominios que hasta el vil atraco eran propiedad de una familia mapuche.

    Que la nomenclatura publica con el nombre de personas destacadas en la sociedad significa el reconocimiento a la tarea eminente desarrollada por esa personalidad en el seno de su comunidad.

    Que la comisión municipal de la localidad de El Huecú, provincia de Neuquén, llamada Puelmapu, quito de su avenida principal el nombre de Julio Argentino Roca, «del jefe de los conquistadores del desierto».

    Honorable Legislatura

    De la Provincia del Chubut

    B. Mitre 550- (9103) Rawson-Chubut

    LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT

    DECLARA:

    Artículo 1°: La importancia del cambio de nombre de JULIO ARGENTINO ROCA, por el nombre PUEBLOS ORIGINARIOS a la actuales Plazas Julio Argentino Roca de las ciudades de Comodoro Rivadavia, Esquel Trelew y Rawson.

    Artículo 2°: Solicita establecer todo lo atinente a facilitar los trámites administrativos producto de la presente disposición legal.

    Artículo 3°: De Forma.

    .

    #7841
    Anónimo
    Invitado

    A mi me parece de lo mas justo que se reivindique a los autodenominados «pueblos originarios» pero personalizar en la figura de Roca las decisiones que se tomaron como pais, me parece una ridiculez y una vision de la historia de lo mas miope.

    Pero supongo que en este pais las cosas son asi, hoy sos el mejor y mañana sos lo peor, por ej. (y solo tomo la historia reciente) los militares y sus golpes (primero vitoreados luego lo peor que le paso a Argentina), Alfonsin (primero el regreso de la democracia y luego causante de caos economico), Menem (idolo de multitudes y luego vendepatrias), De la Rua (primero un impoluto y luego un inutil)y ahora Kirchner (a Duhalde lo salteo) que calculo le quedaran un par de años de gracia antes del reves obligado.

    La realidad a mi entender, es que en este pais desde hace muchos años ya, nadie se quiere hacer cargo de las decisiones que toma, y ante el menor atisbo de rechazo popular, se manda el famozo panquecazo y cambia su postura por una mas popular (lease demagogica).

    Para ser una Argentina grande hay que hacer las cosas que se debe y bancarsela, como muy pocos estan dispuestos a hacerlo, este pais lamentablemente seguira siendo un pais bananero lleno de gente que primero te aplaude y despues te escupe.

    En este contexto, pobre Roca no? Se ve que ahora le toca a el, mañana a quien le tocara? A Peron? A Yrigoyen? A San Martin? A Belgrano?

    Vaya uno a saber… En este contexto, todo es posible…

    #7842
    Anónimo
    Invitado

    Bueno, entonces hay que aprovechar la volada y cambiarle el nombre a la avenida y al barrio que recuerdan a este genocida, hoy por suerte, aunque tal vez circunstancialmente, en la mala…

    #7862
    Anónimo
    Invitado

    De acuerdo a lo que leo, entiendo que lamentablemente tenia razon con lo que escribi antes.
    La dirigencia actual (en este caso la local) esta muy lejos de tener la altura necesaria para tratar ciertos temas, y la gente sigue teniendo mas ganas de ver a Tinelli que de discutir seriamente sobre (por ej.) aquellas cuestiones importantes que, a la larga, hacen que la vida aca sea cada vez peor.
    Un consejo, trabajen en cosas mas productivas y dejense de hacer politica barata con «reivindicaciones» dudosas y que no tienen fundamento.
    Esto termina con una discusion historica sobre la penetracion cultural (y violenta) de los Mapuches sobre los Tehuelches y su contrapartida logica entre los paises que estaban en formación (Argentina y Chile) cosa sobre la que obviamente no tienen ni idea.
    Repito «La dirigencia actual (en este caso la local) esta muy lejos de tener la altura necesaria para tratar ciertos temas…».
    Ah, y ya que estamos en la mala, cambiemos también el nombre de la calle denominada «Guillermo Brown» por asesino, y la «San Martin» por asesino, y ni hablar de la «Peron» por asesino también.
    Antes pensaba que eramos miopes y poco leales, ahora debo sumar ignorantes e incultos. Una lastima.

    #7863
    Anónimo
    Invitado

    Yo sere «ignorante e inculto», pero nadie puede dudar que el viejo Bayer es un capo:

    el historiador refutó esta idea, señalando que “ decir que los mapuches son chilenos es una mentira del Ejército Argentino. Y no es verdad, porque los mapuches recorrían y vivían en las pampas argentinas y marchaban detrás de la Cordillera de los Andes (el límite natural que divide la frontera de Argentina con Chile), porque para ellos todo es territorio de la naturaleza”.
    http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=268

    #7870
    Anónimo
    Invitado

    Primero, lee bien lo que escribi, en ningun lugar puse que los Mapuches fueran chilenos, escribi lo siguiente «…esto termina con una discusion historica sobre la penetracion cultural (y violenta) de los Mapuches sobre los Tehuelches y su contrapartida logica entre los paises que estaban en formación (Argentina y Chile)…» cosa que es cierta 100%.
    Segundo, mi postura no es defender estrictamente a Roca, solo digo que pararse en el presente a juzgar asi como se plantea (sin una discusion seria de fondo) a cualquier personaje del pasado, sin interpretar su contexto, es riesgoso porque nadie (ya di varios nombres de ejemplo) estaria exento de ello.
    Tercero, no fue mi intencion llamarte ignorante ni inculto, pido las disculpas del caso.

    #8002
    Anónimo
    Invitado

    H.Cámara de Diputados de la Nación
    PROYECTO DE LEY
    Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.
    Nº de Expediente 3598-D-2007
    Trámite Parlamentario 93 (19/07/2007)
    Sumario BILLETE DE CIEN PESOS MONEDA NACIONAL. REEMPLAZO DE LAS IMAGENES DE JULIO ARGENTINO ROCA Y LA CONQUISTA DEL DESIERTO POR LAS DE JUAN JOSE CASTELLI Y LA DE LAS ISLAS MALVINAS, RESPECTIVAMENTE.
    Firmantes MONGELO, JOSE RICARDO.
    Giro a Comisiones FINANZAS.
    El Senado y Cámara de Diputados,…
    MODIFICACIÓN DE BILLETE DE CIEN PESOS
    ART. 1 : EN EL ANVERSO DEL BILLETE DE CIEN PESOS MONEDA NACIONAL REEMPLÁCESE LA IMAGEN DE JULIO ARGENTINO ROCA POR LA DE JUAN JOSÉ CASTELLI, VOCAL DE LA PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO PATRIO.
    ART. 2 : EN EL REVERSO DEL BILLETE DE CIEN PESOS MONEDA NACIONAL REEMPLÁCESE LA IMAGEN EVOCATIVA DE LA LLAMADA «CONQUISTA DEL DESIERTO» POR OTRA DE NUESTRAS ISLAS MALVINAS, ACOMPAÑADA DE LA LEYENDA «LAS MALVINAS SON ARGENTINAS».
    ART. 3 : EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Y LA CASA DE LA MONEDA, ARBITRARÁN LOS MEDIOS NECESARIOS PARA LA MODIFICACIÓN CONSAGRADA EN LOS ARTÍCULOS PRECEDENTES.
    ART. 4 : EL PODER EJECUTIVO DISPONDRÁ LO NECESARIO Y REGLAMENTARÁ ESTA LEY PARA LA EFECTIVIZACIÓN DE LO QUE ESTOS ARTÍCULOS DISPONEN.
    ART. 5 : DE FORMA.
    FUNDAMENTOS
    Señor presidente:
    El billete de mayor importe en la moneda de curso legal en la República Argentina, que tiene el valor de cien pesos, rinde homenaje en su anverso a Julio Argentino Roca y en su reverso a la comúnmente conocida como «Conquista del desierto».
    La denominada «Conquista del desierto» (un lugar desierto implica un espacio físico deshabitado; hasta este punto llega la negación del otro, el hermano indígena, desconociendo su entidad real, afirmando su inexistencia, o bien, despreciándola) concluida por Julio Argentino Roca en 1880 significó, bajo la excusa de la extensión de la soberanía territorial e inclusión de nuevos espacios que serían destinados a la producción, la mayor catástrofe humana de la historia de nuestra Nación.
    Dos efectos, determinantes en la historia argentina, produjo esta criminal campaña: en primer término la consolidación del latifundio (ni gauchos ni inmigrantes ocuparían jamás las tierras ocupadas para su explotación, por el contrario la única «explotación» cierta fue la de gauchos e indios antes y después de esta gesta «remingtoniana», como carne de cañón o como mano de obra esclava, como ya se verá).
    En segundo lugar la introducción del ejército como agente de intereses ajenos a su tarea natural, incurriendo en delitos que se predicaron como necesarios para lograr fines mayores (en ese momento era el progreso, luego sería un enemigo ideológicamente perverso, los métodos y los fines no variarían sustancialmente).
    Explica Alberdi en «El crimen de la Guerra»: «La lucha contra el indio fue un pretexto de los gobiernos para armarse e imponerse a los descontentos. Los ejércitos no se empleaban mayormente contra el indio. Los indígenas apenas ocupan hoy la atención de una décima parte del ejército.»
    Para el financiamiento de esta empresa bélica se emitieron 4.000 títulos públicos con un valor nominal inicial de 400 pesos fuertes cada uno. Señala Felipe Pigna »
    …cada título daba derecho a la propiedad de una legua de tierra (2.500 hectáreas) en los territorios por conquistarse y otorgaba una renta anual en efectivo del 6% anual, pagadera semestralmente hasta que se hiciera efectiva la posesión de la propiedad…Implicaba la venta de 4.000 leguas (10.000.000 de hectáreas).»
    La expedición duró poco más de un año y arrojó como resultado miles de indios muertos, 14.000 reducidos a la servidumbre y una mortandad entre los sobrevivientes que generó otras miles de pérdidas de vidas humanas por la pobreza , el hambre y las enfermedades contraídas por el contacto con los blancos.
    A la distribución de tierras siguió la de los derrotados, hombres, mujeres y niños: «Llegan a Buenos Aires los indios prisioneros con sus familias. La desesperación, el llanto no cesa. Se les quita a las madres sus hijos para en su presencia regalarlos, a pesar de los gritos, los alaridos y las súplicas que hincadas y con los brazos al cielo dirigen las mujeres indias. En aquel marco humano unos se tapan la cara, otros miran resignadamente al suelo, la madre aprieta contra el seno al hijo de sus entrañas, el padre se cruza por delante para defender a su familia de los avances de la civilización.» De esta forma denunciaba el horror, el diario «El Nacional».
    «La Nación» (31/10/1885) bajo el título «Espectáculo bárbaro», describía como con cartas procedentes del Estado Mayor del Ejército se obtenían indios con antelación a su desembarco, separando a los hijos de sus madres «…que como nadie las comprendía, trataban en vano de detenerlo, en medio del llanto general.» Como apuntó lúcidamente David Viñas el secuestro y apropiación de niños como aberrante práctica de la última dictadura, registra antecedentes en esta criminal empresa a la que se rinde inmerecido homenaje en nuestra moneda.
    El segundo destino de los indios fue su incorporación como mano de obra esclava. Para lograr esto, eran obligados a caminar encadenados 1.400 kilómetros hacia los puertos de Bahía Blanca y Carmen de Patagones. La creciente demanda de la actividad azucarera, determinó que numerosos contingentes fueran enviados a Tucumán, donde lejos de cualquier forma de integración tiene lugar un exterminio o aniquilamiento de los hombres sobrevivientes.
    No puede encontrar justificativo esta salvaje empresa en el contexto histórico en que se produjo. Existieron voces que se opusieron en los medios gráficos, en el Parlamento, en la Iglesia, en el propio Ejército. Álvaro Barros, ex comandante de fronteras, denunció la masacre, propuso soluciones distintas a la cuestión indígena a la vez que describió los fraudes financieros en las actividades de la defensa nacional («Indios, fronteras y seguridad interior»,edit. Solar-Hachete,1.975).
    El propio Roca admitía la función «pedagógica» de la campaña en palabras que definen claramente su estima por estos pueblos «La ola de bárbaros que ha inundado por espacio de siglos las dilatadas y fértiles llanuras…ha sido por fin destruida o replegada a sus primitivos lugares…Estas románticas Campañas al Desierto, es una lástima que concluyan, eran una admirable escuela para Jefes y Oficiales del Ejército»(misiva al General Contado Villegas;Walter,1973;pp.547-548;Schoo Lastra,1928).
    La conquista del desierto permitió que 41.787.23 hectáreas sean apropiadas por 1.843 terratenientes; 67 propietarios pasaron a ser dueños de mas de 6.000.000 de hectáreas; 24 familias recibieron parcelas que iban de 200.000 hectáreas a 2.500.000, este último fue el caso de los Martínez de Hoz.
    En el caso de los dueños originarios se «beneficiaron» con 6 leguas de tierra para Namuncurá y su gente; los caciques Pichihuinca y Trapailaf, 6 leguas; Sayhueque, 12 leguas. 24 leguas en total.
    A este negro capítulo de nuestra historia rinde tributo el reverso de nuestra moneda de mayor valor, aunque con un recorte muy particular cuando se compara con la obra en que se inspiró. El cuadro al óleo conocido con el título «La Conquista del Desierto» creado por el artita plástico uruguayo Juan Manuel Blanes, fue encargado por el propio Roca, financiado por el erario público y terminado oportunamente en 1896, año de campaña reelectoral. A diferencia de la imagen que se aprecia en el reverso del billete en cuestión, el cuadro incluye a indios y hombres de ciencia, ambos excluidos de la impresión monetaria.. La elección estética mantiene del cuadro original la solitaria presencia de la fuerza represiva. El billete de 100 pesos parece confirmar aquella hipótesis que sostiene como primeros desaparecidos a nuestros indios.
    La reforma constitucional del año 1994 incorporó el inciso 17 del artículo 75 que impone al Congreso la obligación de garantizar el respeto a la identidad de los pueblos indígenas. Este proyecto de ley apunta a poner en prácica este mandato constitucional.
    En el plano internacional, los derechos de los indígenas encuentran adecuada tutela en la Declaración Universal de Derechos Humanos , la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo . Este último convenio tiene vigencia desde el año 2001, en que se efectuó el depósito pertinente y refuerza la obligación constitucional antes mencionada, a través de la ley 24071 sancionada por este Congreso. La inobservancia de las disposiciones de estos tratados genera responsabilidad internacional.
    Todo lo expuesto debe llevar a concluir en la necesidad de terminar con una iconografía que lastima la memoria de los pueblos originarios y nos avergüenza ante el mundo y ante nosotros mismos. No existió gesta heroica alguna, sólo una empresa de criminal exterminio.
    La imagen de Juan José Castelli armoniza con el espíritu de este proyecto por la innegable vocación patriótica de este hombre y la integración que anhelaba con nuestros hermanos indios. En un contexto anterior a la campaña del desierto propuso conceder el derecho a voto a los indígenas, proclamando el fin de la servidumbre indígena en el alto Perú. También prohibió que se establecieran nuevos conventos o parroquias para evitar que los indios fueran sometidos servidumbre por órdenes religiosas, bajo la excusa de difundir la fe cristiana, práctica común en ese momento.
    La elección de nuestras Islas Malvinas en el reverso no es caprichosa, implica la afirmación de nuestra inquebrantable voluntad soberana sobre aquel territorio argentino. Pero lejos de pretender concretar esta soberanía por medios bélicos, ordenados por hombres de cuestionable honorabilidad que sólo ensuciaron la historia de nuestras Fuerzas armadas, desea este proyecto que soberanía e integración se interpreten como única solución pacífica a las deudas que aún mantenemos con tantos compatriotas, injustamente muertos en trágicos episodios, que reclaman urgente reparación histórica.
    Por lo expuesto solicito a mis pares la aprobación de este proyecto.

    #8003
    Anónimo
    Invitado

    si tanto les preocupan nuestros hermanos aborigenes porque primero no les devuelven la tierra, y después les pagan un salario digno, ya que viven marginados, y sino siempre haciendo el trabajo del último orejón del tarro porque mientras uds. escriben eso, muy tranquilitos, ellos ganan 2$ para alimentarse x día, cuando no es menos, demagogos…….

    #8004
    Anónimo
    Invitado

    a…. y claro…. el billete de 100$, con la cara de roca, mucho no lo deben tener entre sus manos, y si lo tuvieran no creo que les importe que cara tiene, asi que ni se gasten…..

    #8204
    Anónimo
    Invitado

    che, a mi las discusiones me gusta darlas cara a cara. Donde se junta el grupo de vecinos que esta con este tema? alguien sabe? Giselle

    #8364
    Anónimo
    Invitado

    Honorable Legislatura
    De la Provincia del Chubut
    B. Mitre 550- (9103) Rawson-Chubut

    “JORNADAS DE REFLEXIÓN, DISCUSIÓN Y ELABORACIÓN DE PROPUESTAS PARA DIFUNDIR LA REVALORIZACION DE LA NOMENCLATURA PUBLICA”

    VISTO
    La discusión histórica e ideológica instalada en la comunidad provincial sobre la figura de Julio Argentino Roca, ameritando el análisis y toma de decisiones, en lo relativo a la actual nomenclatura publica de calles, avenidas paseos y plazas en las localidades de nuestra provincia.

    CONSIDERANDO

    Que un número importante de personas en toda la Argentina, se han expresado a favor de iniciativas tendientes a discutir la permanencia en la nomenclatura pública, de nombres de personas que tienen en su pasado histórico, actuaciones públicas para revisar.

    Que representantes de la comunidad mapuche tehuelche expresaron la necesidad de renombrar a la actual nomenclatura pública de Julio Argentino Roca en honor a los “Pueblos Originarios”.

    Que a las declaraciones de la comunidad mapuche tehuelche se le han sumado públicamente, voces a favor por parte de los dirigentes de las organizaciones obreras CGT y CTA.

    Que una gran parte de los habitantes de nuestra provincia, se han expresado a favor de iniciativas tendientes a debatir sobre la permanencia de la nomenclatura publica en referencia al “conquistador del desierto”, General Julio Argentino Roca.

    Que militantes de la Juventud Peronista de Puerto Madryn, Trelew y Rawson de la denominada agrupación política Chubut Para Todos, presentaron un anteproyecto, para quitar la actual denominación de calles, avenidas, paseos y plazas públicas de nombre Julio Argentino Roca.

    Que a ello debemos sumarle las charlas realizadas por el reconocido historiador y pensador del campo nacional y popular, Osvaldo Bayer, quien lleva adelante una campaña cultural en el territorio nacional, instruyendo respecto a las practicas criminales y consecuencias de la denominada “campaña del desierto”.
    Que en ese sentido el prestigioso historiador dice: “…No hay lucha en vano. La comisión municipal de la localidad de El Huecú, en la zona del Neuquén, llamada Puelmapu, decidió lo que tanto pidieron los originarios mapuches después de más de un siglo y medio de trágica tristeza. Hizo borrar de su avenida principal el nombre del jefe de los conquistadores que vinieron con el Remington y se quedaron con la tierra. Sí, en esa Patagonia de vientos, nieves y leyendas, todo pasó a llamarse Roca y Perito Moreno. Todo. Calles, ciudades, lagos, valles. Y con un coraje civil que contrasta con el guardar silencio y agachar la cabeza de los gobernantes y sus allegados de siempre, la comisión municipal de El Huecú decidió, como decimos, decirles basta a los dueños de la tierra y eliminar el nombre de general Julio Argentino Roca de la avenida principal…”

    Honorable Legislatura
    De la Provincia del Chubut
    B. Mitre 550- (9103) Rawson-Chubut

    Que la mencionada expedición llevada a cabo por el General Julio Argentino Roca significo, para los pueblos originarios la desaparición forzosa de familias completas, su historia, costumbres y cultura centenarias.

    Que las practicas lesivas de los derechos humanos, por parte del General Roca y sus seguidores, fueron el ejemplo más detestable, con prácticas genocidas, de torturas y crímenes sobre la base de la impunidad del estado.

    Que un ejemplo de los crímenes cometidos, se puede leer en la nota de opinión periodística realizada por el Historiador Osvaldo Bayer en el periódico Pagina 12, en donde relató la incursión sangrienta de Julio Argentino Roca describiendo que a los aborígenes prisioneros “…se les estaqueaba y torturaba atrozmente descoyuntándolos para que informaran…».

    Que a las prácticas impulsadas por Roca, también se le deben imputar la malversación con tierras de propiedad aborigen, robadas a sus dueños originarios y repartidos como botín de guerra; cuentan, que un ejemplo de esto fue cuando el General Julio Argentino Roca, por medio de un atraco le quito la propiedad a una familia mapuche para regalarse a su dentista, George Newbery de origen norteamericano.

    Que en la nomenclatura publica, se debe colocar nombres de “personas destacadas” en determinadas funciones dentro de la sociedad, ya que es una manera de distinguir y reconocer su labor desarrollada en la comunidad. Y no colocar nombres de figuras que atentaron contra la identidad de nuestro Nación, embistiendo y desplazando a los pueblos originarios para el beneficio de unos pocos.

    Que resulta conveniente promover las jornadas de reflexión, discusión y elaboración de propuestas tendientes a difundir la importancia de revalorizar la nomenclatura publica proponiendo primeramente como disparador, la sustitución en calles, avenidas, paseos y monumentos, del nombre del autor material e ideológico de la matanza aborigen: Julio Argentino Roca, por el de PUEBLOS ORIGINARIOS.

    Honorable Legislatura
    De la Provincia del Chubut
    B. Mitre 550- (9103) Rawson-Chubut

    LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT

    DECLARA

    Artículo 1°: Solicítese al Poder Ejecutivo Provincial, desarrolle por medio de la Subsecretaria de Derechos Humanos, Secretaria de Cultura, Municipalidades y Comunas Rurales, jornadas de reflexión, discusión y elaboración de propuestas tendientes a difundir la importancia de revalorizar la nomenclatura publica, proponiendo la sustitución en calles, avenidas, paseos y monumentos, del nombre Julio Argentino Roca, por el de PUEBLOS ORIGINARIOS, en la Provincia del Chubut.

    Artículo 2°: De Forma.

    #8365
    Anónimo
    Invitado

    Dar la cara ??… si Por lo menos darian el correo electronico…… riello@speedy.com.ar

    #8368
    Anónimo
    Invitado

    Uy… cuanta vuelta, este tema ya no requiere mas reflexiones… adelante con el cambio ! o en vez de «Originarios», van a tener que ponerles «Bayer»…

    #10360
    Anónimo
    Invitado

    http://elcapitanrufinosolano.blogspot.com/

    EL CAPITÁN DON RUFINO SOLANO

    EL DIPLOMÁTICO DE LAS PAMPAS

    El Capitán Don Rufino Solano actuó en la llamada “Frontera del desierto” entre los años 1855 y 1880, donde desarrolló un papel incomparable dentro de nuestra historia argentina. Durante su labor, conoció y trató personalmente con las más altas autoridades del Gobierno Nacional, tales como Justo José de Urquiza, Domingo F. Sarmiento, Nicolás Avellaneda, Bartolomé Mitre, Marcos Paz, Adolfo Alsina, Martín de Gainza y, al final de su carrera, intercedió ante Julio A. Roca. En el ámbito militar actuó y combatió bajo las órdenes del Coronel Álvaro Barros, Coronel Francisco de Elías, General Ignacio Rivas, Coronel Benito Machado, entre otros. En el terreno eclesiástico, fue además el eslabón militar con el Arzobispado de Buenos Aires, en la figura de su Arzobispo Monseñor León Federico Aneiros, denominado “El Padre de los indios”. Esta última tarea lo llevó a actuar de manera estrecha con el Padre Jorge María Salvaire, mentor y fundador de la Gran Basílica de Nuestra Señora del Luján.

    El Capitán Solano junto al Cacique Namuncurá y tres Capitanejos

    Este militar, con verdadero arte y aplomo, también se vinculaba y relacionaba con todos los Caciques, Caciquejos y Capitanejos de las pampas, adentrándose hasta sus propias tolderías para contactarlos. Mediante estas acciones, logró liberar cientos de personas, entre cautivas, niños, canje de prisioneros, etc. De igual manera, por medio de sus oficiosas gestiones, recuperaron la libertad camaradas e incluso funcionarios, comenzó a los 19 años de edad cuando logró liberar a Don Exequiel Martínez, Juez de Paz de Tapalqué y toda su comitiva; continuó con esta tarea durante 25 años más, en una época donde arreciaban los terribles malones tanto a los poblados, como en la zona rural.

    Asimismo, como inmediata consecuencia de su valiosísima tarea mediadora y pacificadora, logró evitar incontables enfrentamientos y contener ataques a las poblaciones. Actividad que fue expresa y directamente encomendada por las más altas autoridades nacionales. Es por ello, que prestigiosos y académicos historiadores, concluyen sin vacilar que “durante casi veinte años el Capitán Solano logró mantener la paz en sus confines (sic)” R. Entraigas, Op. Citada. Galardonan su legajo militar dos glosas manuscritas por el Coronel Álvaro Barros, fundador de Olavarría y primer gobernador de la Patagonia, donde lo colma de merecidos elogios.

    Ignacio Rivas Adolfo Alsina Álvaro Barros

    Por este don que poseía, el Ministro de Guerra Adolfo Alsina, ante una gran multitud reunida en el Azul en el mes de diciembre del año 1875, le manifestó: “Capitán Rufino Solano, usted en su oficio es tan útil al país como el mejor guerrero”. Es que, mediante tratados de paz, logró evitar inminentes ataques en la frontera del desierto, extensa región de nuestro país donde existía mucha debilidad y que quedó muy desprotegida durante la guerra con Paraguay.

    Si bien era poseedor de una gran valentía, lo que más identificaba a este muy particular militar era su técnica y poder de persuasión, no solo porque dominaba el idioma araucano a la perfección, sino porque además sabía como plantarse y dirigirse ante los bravos y recelosos caciques, demostrando además lealtad, sinceridad y honestidad en su trato; esta innata virtud le permitió gozar del máximo prestigio y confianza de ambos bandos.

    Mediante su atinado manejo de las situaciones críticas, logró evitar mayores derramamientos de sangre y por este aspecto, con toda justicia, se lo conoció como “El diplomático de las pampas”. Su actividad se vio interrumpida cuando el General Julio A. Roca decidiera llevar a cabo la “conquista del Desierto”, en 1880, contienda en que la que Rufino Solano no participó. Pero actuó valientemente como soldado cuando debió defender a los suyos, como veremos más adelante.

    En cumplimiento de su tarea, se lo vio acompañando a cuanta delegación de indígenas se acercó a Buenos Aires a parlamentar con las autoridades nacionales, sean estas políticas, militares o eclesiásticas. Cuando venía con estas embajadas, se alojaba en el Hotel Hispano Argentino o cualquier otro de Buenos Aires, en muchas ocasiones en los Cuarteles del Retiro, desde donde iba con ellos a las distintas entrevistas y audiencias, finalizadas las mismas, los acompañaba de regreso, cabalgando junto a ellos, rumbo a la frontera.

    En la fotografía se lo puede ver junto a varios Caciques, enviados de Calfucurá, esperando una entrevista con el General Justo J. de Urquiza.

    El diplomático de las pampas

    Durante sus servicios, efectuó travesías de miles de kilómetros a caballo, siempre acompañado por un puñado de soldados e incluso en riesgosas ocasiones se aventuraba en soledad; solía pasar varias jornadas en las tolderías, donde era admitido y aceptado merced al enorme respeto y consideración que se le tenía, cada acercamiento le permitió retirarse llevándose cautivas y prisioneros de los indios.

    Este “hombre de dos mundos” sabía hablar el idioma de los indígenas y sus distintos dialectos a la perfección, especialmente el araucano, la lengua de Calfucurá, Namuncurá, Pinsén, etc., manejando los términos adecuados para manifestarse ante estos líderes. También poseía esta valiosa habilidad para tratar con sus mandos, en su propio idioma castellano, tanto militares como del Gobierno Nacional, a fin de arribar a acuerdos ecuánimes y que finalmente se cumplieran. Esta honestidad en su comportamiento, le permitía al Capitán Solano ser siempre bien recibido en las tolderías para lograr salvar nuevas vidas.

    En cierta ocasión, durante sus patrullas por la frontera, sorpresivamente se encontraron rodeados por una gran cantidad de indios, Solano iba con un reducido número de hombres. Sus soldados, armas en mano, se prepararon para una rápida retirada a campo abierto, pero el Capitán les ordenó que se quedaran quietos, comprendió que actuando de esta manera lo único que iban a conseguir sería que los “chucearan” por la espalda. En vista de ello, les pidió que esperaran, que iría a parlamentar para tratar de salvar sus vidas, y de inmediato se dirigió decidido y solo hacia un individuo que, por su postura y aspecto, parecía era el líder de la indiada. Tras este parlamento, donde solo Díos sabe lo que le dijo, como resultado del mismo todos se adentraron hasta la toldería y al cabo de unos días regresaron sanos y salvos, incluso con un grupo de cautivas y prisioneros, siendo escoltados por los propios indios hasta las cercanías del fuerte. Este hecho y muchos episodios más, se encuentran plasmados en valiosos manuscritos de la época, obrantes en el Archivo Histórico del Ejército Argentino, como claro testimonio del prestigio que gozaba el ilustre azuleño.

    Durante su larga vida de frontera, son innumerables los momentos en que la vida del Capitán Solano en la cual estuvo a cinco centímetros de punta de una lanza, donde logró salvar su vida, y la de muchos, gracias a esta prodigiosa habilidad que poseía.

    Rufino Solano actuó en los Fuertes Estomba, Blanca Grande y del Arroyo Azul, entre tantos otros, y por su desempeño militar se lo considera uno de los forjadores de las fundaciones de las ciudades de Olavarría, San Carlos de Bolívar, lugares donde le tocó servir.

    Rescate de prisioneros de la ciudad de Rosario, Santa Fe

    Para el año 1873, en un multitudinario acto, le fue entregada en la ciudad de Rosario, Pcia. de Santa Fe, una medalla de oro en premio a sus servicios rescatando prisioneros y cautivas residentes en esa ciudad. Dicha misión, cumplida con absoluto éxito, le había sido encomendada por La Sociedad de Beneficencia y la Comisión de Rescate de Cautivos, ambas de Rosario. En dicho acto también se le hizo entrega de un pergamino de gratitud el cual manifiesta lo siguiente: “Rosario, 5 de agosto de 1873. Al Capitán Don Rufino Solano: Me es satisfactorio dirigirme a Ud. Participándole que el “Club Social” que tengo el honor de presidir resolvió en asamblea general obsequiar a Ud. Con una medalla de oro que le será entregada por el socio Don José de Caminos la que tiene en su faces verdadera expresión de los sentimientos que han inspirado al “Club Social” a votar en su obsequio este testimonio de simpatía y agradecimiento por la atenta abnegación y generosidad con que penetró hasta las tolderías de los indios de la Pampa para realizar el rescate de los cautivos cristianos, llevando con plausible resultado la difícil y peligrosa misión que le encomendó la Comisión de rescate del Rosario. Esta sociedad no podrá olvidar tan preciosos servicios y ha resuelto acreditarle estos sentimientos con este débil pero honroso testimonio. Manifestando así los deseos del “Club Social” del Rosario, me complazco en ofrecer a Ud. Toda mi consideración. Firmado: Federico de la Barra (Presidente)”.
    Dicho acontecimiento fue reproducido en las primeras planas de todos los diarios de la de la ciudad de Rosario y de la Capital Federal, de aquella época. Nos parece justo reproducir el artículo aparecido en la primer página de la edición del día 14 de marzo de 1873, del Diario “El Nacional”, el principal de la ciudad de Buenos Aires, que de manera textual dice lo siguiente: “JUSTICIA AL MERITO – El Capitán Solano, que fue comisionado para rescatar los cautivos del Departamento del Rosario, regresó ayer de aquella ciudad, es donde nos dice ha merecido las más cordiales atenciones de la Comisión para el rescate de cautivos, y con especialidad del círculo denominado “Club Social”, compuesto de lo más distinguido y de lo más culto de la sociedad del Rosario; cuya asociación le discernió el honor de acordarle una medalla de oro en recuerdo de estimación y gratitud a sus muy importantes servicios. Ese acto tan bien inspirado debe ser imitado en ocasiones análogas por todos los pueblos argentinos, que suelen ser olvidadizos con el verdadero mérito. Es una iniciativa que honra altamente al pueblo del Rosario y evidencia su cultura y sus sentimientos delicados, como hace doblemente simpático al “Club Social”, al cual enviamos como argentinos las más ardientes felicitaciones, por el acto de justicia y de moral social de que acaba de dar tan noble ejemplo a su país. El “Club Social” que es al Rosario lo que el del “Progreso” es a Buenos Aires, abre sus amenos salones a los lejítimos (sic) placeres del espíritu, pero tiene un pensamiento inteligente y trascendental para los generosos estímulos, y ha de influir necesariamente en orden a los adelantos del país. El Capitán Solano que sigue viage (sic) para la frontera, va lleno de justa satisfacción y gratitud”. Acciones como esta, se repitieron innumerables ocasiones durante la vida del Capitán Solano.

    Luego de finalizar la conquista, los indios continuaron buscando al Capitán Rufino Solano para que les ayudara a conseguir tierras donde vivir y muchos de ellos las consiguieron gracias a su gran influencia y prestigio, conduciéndolos ante el Presidente de la Nación, el General Julio A. Roca, a efectuar sus justos petitorios; así lo hicieron el Cacique Valentín Sayhueque, Manuel Namuncurá, Lorenzo Paine-Milla, la Reina de los Indios Catrieleros Bibiana García, entre muchos otros caciques más. En esos territorios obtenidos hoy se peden ver enclavadas las ciudades de Catriel, Valcheta y otras tantas poblaciones, dentro del territorio de las provincias de Buenos Aires, La Pampa y de Río Negro.

    Blanca Grande, Olavarría. Batalla de San Carlos, Bolívar. Muerte de Calfucurá.

    El capitán Rufino Solano intervino en numerosas batallas en defensa de los pueblos fronterizos, enfrentándose al ataque de malones (San Carlos de Bolívar, Azul, Olavarria, Cacharí, Tapalqué, Tandil, Bahía Blanca, Tres Arroyos, etc.), entre ellas son dignas de mencionar su intervención en Blanca Grande a las órdenes de los coroneles Benito Machado y Alvaro Barros, sentando las bases de la actual ciudad de Olavarría, y luego, a partir de 1868, permaneció en la ciudad de Azul junto al coronel Francisco Elías. Posteriormente a las órdenes del General Ignacio Rivas, ya con el grado de capitán, participó en la feroz e encarnizada batalla de San Carlos, el 8 de marzo de 1872, abriendo los cimientes de la que es la actualidad la ciudad de San Carlos de Bolívar; en esta última contienda, que duró todo el día, los indios, reconociéndolo, le gritaban “pásese Capitán !!”. En esta batalla, en la que participó como jefe del cuerpo de baqueanos, y fue debido a sus indiscutibles conocimientos de los campos que la División del General Ignacio Rivas logró hacer marchas rapidísimas.
    Su intervención en San Carlos no impidió a este valiente soldado, que al poco tiempo de esta decisiva batalla, se presentara nuevamente en la propia toldería del temible cacique Juan Calfucurá (Piedra Azul), su contrincante vencido, apodado “El Soberano de las pampas y de la Patagonia”, siendo casi un milagro que no lo mataran; pero no solo no ocurrió ello, sino que al cabo de algunos días pudo retirarse llevándose consigo decenas de cautivas a sus hogares.

    Este episodio es único e inolvidable, porque Calfucurá, sintiéndose morir, en la noche del 3 de julio de 1873, y viendo al Capitán Solano velando junto a su lecho, conmovido por este gesto, le indicó que debía retirarse de inmediato porque luego de su muerte lo iban a ejecutar junto con todas las cautivas. Con escaso tiempo, así lo hizo el capitán, e inmediatamente luego del fallecimiento del cacique, partió el malón en persecución del rescatador y las cautivas: se escuchaban cada vez más próximos los aterradores alaridos de sus perseguidores y cabalgando durante toda la noche, finalmente lograron salvarse llegando al día siguiente a sitio seguro. Fue así como el Capitán Rufino Solano fue el último cristiano que vio con vida a este legendario cacique, el cual, en sus últimos instantes de vida, tuvo este majestuoso gesto de grandeza y humanidad. Por esta verdadera hazaña, el Capitán Solano fue recibido con admiración y gratitud en Buenos Aires por el Arzobispo Aneiros, por el Presidente de la Nación y todo su gabinete en pleno. Monseñor Aneiros mandó a colocar, en el Palacio del Arzobispado, una placa conmemorativa de este singular suceso.

    Su participación junto a la Iglesia.

    A propósito de esta máxima figura de la Iglesia Argentina, el Arzobispo Federico León Aneiros, como dijimos, denominado “El Padre de los indios”, en numerosas oportunidades, el Capitán Rufino Solano le ofició de enlace e intérprete con diversas embajadas de líderes indígenas, con quienes, esta célebre autoridad eclesiástica del país, mantuvo reuniones en mencionado Hotel Hispano Argentino de Buenos Aires y en otras oportunidades, en la propia sede del Arzobispado. Por iniciativa de de este alto prelado, en el año 1872, entró en funciones el designado “Consejo para la Conversión de los Indígenas al Catolicismo”, con el primordial propósito de planificar y llevar a cabo misiones evangelizadoras en las zonas fronterizas, donde se hallaban asentadas las tribus de Cipriano Catriel, Raylef, Coliqueo, Melinao y Juan Calfucurá (Piedra Azul) y posteriormente su hijo, Manuel Namuncurá y padre de nuestro Ceferino Namuncurá.

    La Iglesia anteriormente había intentado un acercamiento al aborigen, fue así como en enero de 1859, el Padre Guimón, asistido por los Padres Harbustán y Larrouy, bayoneses, se internaron en Azul para entrevistarse con el magnífico cacique Cipriano Catriel, manteniendo tres encuentros con este gran jefe. El primero de ellos fue halagüeño, mostrándose Catriel solícito para atender los requerimientos de los sacerdotes. En la segunda entrevista, el P. Guimón expuso los proyectos de su pretendida acción evangelizadora, expresándole: “Somos extranjeros, hemos consentido el sacrificio de abandonar nuestro país, nuestros parientes y amigos, con el solo fin de dar a conocer la verdadera religión… ¿No tendría el cacique el deseo de ser instruido en ella?”. “-¿Por lo menos negaría el permiso de enseñarla a la gente de la tribu y especialmente a los niños?”. Todo hacía prever la afirmativa respuesta del cacique, sin embargo, después de consultar al adivino y a los demás jefes, Catriel denotó su negativa. Finalmente, durante el tercer contracto, el cacique respondió de este modo: “No queremos recibirlo más en adelante, ni siquiera una vez, aunque fuera solo para satisfacción de su curiosidad”. Debido a este manifiesto y terminante rechazo demostrado por los indígenas, el misionero debió regresar a Buenos Aires, viendo totalmente frustrado su intento de acercamiento.

    Catorce años mas tarde, el 25 de enero de 1874, arriba al Azul el Padre Jorge María Salvaire (lazarista) con idénticas intenciones de catequizar e impartir los sacramentos, pero esta vez contando el sacerdote y la Iglesia con la invalorable presencia intercesora del acreditado capitán Rufino Solano. Es así como debiendo internarse en la pampa, en dirección a los toldos de Namuncurá, la prudencia y la cautela de este notable sacerdote le aconsejaron la intervención de “…el capitán Rufino Solano, hombre experimentado en la vida de frontera, que en varias oportunidades y con el mismo fin había participado para Salinas Grandes, ganándose la confianza de los caciques y capitanejos, cuya lengua conocía a la perfección” (Monseñor J. G. Durán, Ops. citadas.)

    Queda certificada la activa participación y la benéfica influencia ejercida por el capitán Solano, por la existencia de cordiales y afectuosas misivas dirigidas al mismo durante las tratativas: dos enviadas por el cacique Alvarito Reumay, fechadas el 15 de febrero y 13 de marzo de 1874 y una tercera remitida por el cacique Bernardo Namuncurá, el “escribano de las Pampas”, fechada el 13 de marzo de 1874. Es bien conocido que este último, Bernardo, fue el que salvó al Padre J. M. Salvaire cuando estaba a punto de ser ultimado por su hermano, el cacique Manuel Namuncurá, ambos hijos de Juan Calfucurá. (Archivo Basílica Ntra. Sra. de Luján, J. M. Salvaire, Fuente citada).

    Son célebres los sucesos ocurridos en el transcurso de las mencionadas tratativas. La providencial intervención del mencionado Bernardo Namuncurá salvándole la vida al P. Salvaire, y las consiguientes promesas efectuadas a la Virgen del Luján por el Padre Salvaire, que han dado origen a la magna Basílica y a al proceso de beatificación del sacerdote, el cual se halla en trámite.

    1 2 3

    1) Arzobispo León Federico Aneiros y otros sacerdotes. 2) Padre Jorge María Salvaire. 3) Placa Padre Salvaire.

    Fue así como el Capitán Rufino Solano trató, colaboró y le allanó el camino en la misión, casi quince años postergada, al virtuoso y venerable Padre Jorge María Salvaire, llamado “El misionero del desierto y de la Virgen del Luján”, logrando así la Iglesia tener un contacto mucho más frecuente y fluido con los caciques. Así lo testimonian expresivas correspondencias intercambiadas por el Cacique Manuel Namuncurá y el Arzobispo Aneiros, destacando este cacique la presencia del Capitán Solano guiando la delegación que iba a entrevistar al ilustre prelado, entre otros temas. (Capítulo “Correspondencia con los caciques”, Op. Citada, Cardenal S. L. Copello)

    Fue el propio Padre Jorge María Salvaire quién, más tarde, colocó la piedra fundamental de la Gran Basílica de Nuestra Señora del Luján, el 15 de mayo de 1887, luego fue su Cura Párroco, y murió en la misma ciudad de Luján el 4 de febrero de 1899 a los 51 años de edad. Sus restos fueron depositados en la cripta situada en el crucero derecho de la Gran Basílica a los pies de la imagen de la Medalla Milagrosa, al lado del Altar Mayor, donde yacen hasta el día de hoy. Por su parte, los restos del Arzobispo Aneiros descansan en un mausoleo situado en el ala derecha de la Catedral de Buenos Aires, en la capilla consagrada a San Martín de Tours.

    Por cierto, resulta una verdadera injusticia que la derruida tumba de este notable militar azuleño se halle ubicada en el rincón más apartado, abandonado y olvidado del cementerio de la ciudad de Azul, en un lugar que sin ayuda, difícilmente se la podría localizar.

    Cripta del Padre Jorge María Salvaire (Luján). Mausoleo de Monseñor Aneiros (Catedral, de Bs. As.)

    Por la muy meritoria labor desplegada por el Capitán Solano, junto a estas emblemáticas figuras de la Iglesia, no son pocos los historiadores religiosos que lo señalan y lo refieren en señal de reconocimiento a su valiosa colaboración; incluso en la más reciente actualidad, el destacado historiador Monseñor Dr. Juan Guillermo Durán, miembro de la Academia Nacional de la Historia y Director del Departamento de Historia de la Iglesia, de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, en el año 2001, vino hasta la ciudad de Azul para fotografiar la tumba del Capitán Solano, publicándola a página completa en su libro “En los Toldos de Catriel y Railef” (Editorial de la Pontificia Universidad Católica Argentina, 2002). Por estas sólidas e incuestionables razones, sin dudas, se puede afirmar que el Capitán Rufino Solano sigue siendo el militar más querido y reconocido por la Iglesia.

    Hace aún más valiosa y resalta su intervención, el hecho de que su figura representó el punto de inflexión entre la función del ejército y la acción de la Iglesia, cuyas posturas y principios se mostraron en aquella época, por sus disímiles naturalezas, muy a menudo enfrentadas, incompatibles y hasta inconciliables.

    Para comprender y valorizar la obra del Capitán Solano, es necesario ubicarse en el difícil contexto y en el paisaje de la época y en nuestra patria. Por esos días la frontera era como pararse en la orilla del mar, no había nada más que horizonte. En ese horizonte, de manera recóndita acechaba el peligro, los indios, la muerte, la cautividad. No existían árboles ni otro obstáculo natural que interrumpiera la visión, durante las agotadoras travesías se debía pernoctar en medio de aquella inmensidad, sin nada para cobijarse, solo existía cielo, tierra y distancias. Tampoco lo había para guarecerse de las inclemencias del frío, de la lluvia, el viento o el calor. Idéntica situación se producía para el caso que hubiera que combatir ante el hábil y astuto rival.
    Las marchas duraban días, semanas enteras, se debía llevar suficiente cantidad de provisiones y abundante caballada para el recambio. Los indios brotaban de la tierra como por arte de magia. El espectáculo de una toldería india es inimaginable, allí las cautivas y demás prisioneros vivían en un infierno. Si alguien lograba escapar, seguramente moría en el interminable desierto.

    Las mujeres indias, por celos, hostigaban continuamente a las cautivas y les daban de comer las sobras, como si fueran perros. Debían desarrollar las tareas más duras y para que no escaparan, a los prisioneros se les despellejaba las plantas de los pies, lo que obligaba a trasladarse arrastrándose por el suelo. Las escenas y el ambiente eran ciertamente escalofriantes. Salvo estas cosas, no difería demasiado la durísima vida que se llevaba en los fortines o en los pueblos que se formaban alrededor de ellos.

    A pesar del impiadoso paso del tiempo, este formidable ser es una clara demostración que cuando alguien es verdaderamente grande, jamás puede ser olvidado totalmente, porque esa grandeza es capaz de superar los mayores obstáculos, tales como la indiferencia, la frágil memoria y la ingratitud. Ello se debe a que los servicios del capitán Rufino Solano, sus conocimientos, destreza y valentía, fueron requeridos desde todos los sectores de la esfera social argentina, comenzando por desesperados familiares que le rogaban que rescatara a sus seres queridos, continuando por los altos mandos del gobierno, tanto políticos como militares, y aún como producto de la constante preocupación de la Iglesia por darle una solución a tan difícil situación.

    Durante décadas, todos supieron quien era y donde estaba el “capitán salvador” y él cumplió con todos. Allí encontramos la explicación de su recuerdo: simplemente porque no se puede investigar nuestra historia sin encontrarnos de repente con su noble estampa. Aún en la actualidad, su gravitante y benéfica presencia ha sido estudiada y valorada incluso en obras de autores y universidades del exterior. Captive Women: Oblivion and Memory in Argentina. Susana Rotker, 2002, University of Minnesota, USA; Rutgers University, Wilson Center, 1977, New Jersey, USA; Ftes. Citadas).

    El capitán Solano, vivió y sirvió a su querida Patria durante toda su larga, pobre y sacrificada vida de frontera, donde rara vez le llegaba un sueldo desde Buenos Aires.

    Rufino era hijo del Teniente Coronel(*) del Regimiento de Patricios Don DIONISIO SOLANO (1777/1882), un valiente guerrero de las Invasiones Inglesas y de la Independencia Nacional que actuó junto al General Manuel Belgrano durante las Campañas al Paraguay y del Norte; y más tarde, fue el jefe de la caravana de familias fundadoras de la ciudad de Azul, allá por el año 1832, fue Alcalde originario(**) de ella durante más de treinta años, muriendo en esta población a la edad ciento cinco años. Antonio G. del Valle, Alberto Sarramone, Ricardo Piccirilli, Enrique Udaondo, Vicente O. Cutolo, Juan G. Durán, obras citadas.- (*) Memorias del Ministerio de Guerra y Marina, Buenos Aires, República Argentina, Edición 1881, Tomo II, Anexo A, Pág. 33. (**) Archivo de la Municipalidad de Azul, año 1837 e Iglesia Catedral de Azul, Revista Biblos, Ftes. Citadas.

    Dos fotografías de Rufino Solano. La segunda data de 1912, un año antes de su
    fallecimiento

    A menos de cinco años de la fundación de la ciudad de Azul, nació nuestro personaje (1837), viviendo en su pueblo natal hasta su muerte, ocurrida el 20 de julio de 1913. Así lo certifican su acta bautismal en la Iglesia Catedral de Azul, los Censos Nacionales de 1869 y 1895 (el primero y segundo del país) y la certificación de su defunción, asentada en registro del cementerio local.

    Sepulcro del capitán Rufino Solano, cementerio de la ciudad de Azul.

    Este ejemplar ser humano, que lo dio todo por sus semejantes, al cual centenares de familias le deben hoy su existencia, murió pobre, viejo y olvidado en su pueblo natal y se llamaba Don RUFINO SOLANO, capitán del ejército argentino, y su mayor orgullo fue ser, como él siempre lo decía: “un fiel servidor de la Patria”.-

    Autor: Omar Horacio Alcántara
    BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES UTILIZADAS
    – Academia Nacional de la Historia. Congreso de Historia Argentina y Regional: Actas y Notas sobre el artículo: 1. Publicado por la Academia Nacional de la Historia. Buenos Aires, año 1971.
    – Academia Nacional de la Historia. Segundo Congreso de Historia Argentina y Regional: celebrado en Comodoro Rivadavia, del 12 al 15 de enero de 1973 (Pág. 356). Publicado por Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1974.-
    – Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Dr. Ricardo Levene. Indice de la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, 1854-1882, Notas sobre el artículo: no. 5, Pág. 158. Publicado por Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Dr. Ricardo Levene, La Plata, Provincia de Buenos Aires, año 1971.-
    – Arena, José; Cortés, Julio H. y Valverde, Alberto. Ensayo histórico del partido de Olavarría. Publicado por la Municipalidad de Olavarría, 1967.-
    – Azcona, Alberto E.- Guerras en las Pampas. Editorial Corregidor, Buenos Aires, año 1994.-
    – Banzato, Guillermo. Editado por Ayrolo, Valentina, Wibaux, Matías. Problemas y debates del temprano Siglo XIX: Espacio, redes y poder. UNMdP, Publicado por CEHis, Facultad de Humanidades, Mar del Plata, 2005.
    – Buchbinder, Pablo; Alexander Abel y Priamo, Luis. Buenos Aires Ciudad y Campaña 1860/1870. Editorial Antorchas, 2000.
    – Capdevila, Rafael Darío. El nombre, el pago y la frontera de Martín Fierro. Ediciones Patria, Tapalqué (Bs. As.), 1967 / Pedro Rosas y Belgrano: el hijo del general (Pág. 63)‎, Ediciones Patria, Tapalqué (Bs. As.), 1973.-
    – Carranza, Arturo. Palabras argentinas Salvajismo y sumisión: NAMUNCURÁ. Revista Caras y Caretas, Director: José Sixto Álvarez (Fray Mocho), Año I, Buenos Aires, 1898.-
    – Carretero, Andrés Manuel. La propiedad de la tierra en la época de Rosas. Editorial El coloquio, Buenos aires, 1972.-
    – Casá, Agustín Guillermo – House, Guillermo. Anselmo Coronel. Ediciones La Posta, Buenos Aires, 1955.
    – Catálogo de documentos del Museo Histórico Nacional de la Ciudad de Buenos Aires. Publicado por el Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, año 1952.-
    – Catelli, Nora y Gargatagli, Marieta. El Tabaco Que Fumaba Plinio. Escenas De La Traducción En España Y América: Relatos, Leyes Y Reflexiones Sobre Los Otros. Ediciones del Serbal S.A., Barcelona, España, 1998.-
    – Clifton Goldney, Adalberto A. El Cacique Namuncurá. Último soberano de la pampa. Editorial Huemul, Buenos Aires, 1963.
    – Coña, Pascual. Testimonio de un cacique mapuche. Pehuén Editores Limitada. Santiago de Chile, 3ª edición, 1984.
    – Copello, Santiago Luís. Gestiones del Arzobispo Aneiros a favor de los Indios, hasta la Campaña del Desierto. Buenos Aires, 1945. Imprenta y Casa Editora “Coni”, Edición definitiva.-
    – Cuadernos del Congress for Cultural Freedom (CCF), editado en Francia, ciudad de París: s.n., 1957-1965.
    – Cuadrado Hernández, Guillermo. San Cipriano Catriel, cacique y mártir, en Todo es Historia, nº 106, Buenos Aires, marzo 1976.
    – Cutolo, Vicente Osvaldo. Nuevo Diccionario Biográfico Argentino. Editorial Elche, Buenos Aires, 1985.
    – Díaz, Benito. Juzgados de Paz de Campaña de la Provincia de Buenos Aires (1821-1854). Editor: Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Pcia. de Buenos Aires, año 1959.-
    – Durán, Juan Guillermo. El Padre Jorge María Salvaire y la familia Lazos de Villa Nueva – 1866-1875. Buenos Aires, Ediciones Paulinas, 1998. / En los Toldos de Catriel y Railef. Editorial Pontificia de la Universidad Católica Argentina, 2002. / Frontera, indios, soldados y cautivos -1780-1880. Buenos Aires, 2006. Bouquet Editores, Universidad Católica Argentina. Facultad de Teología. / De la frontera a la Villa de Luján. El gran Capellán de la Virgen Jorge María Salvaire, CM (1846-1889). Bouquet Editores, Buenos Aires, 2008.-
    – Entraigas Raúl, Braun Menéndez Armando, Levene Ricardo. Historia Argentina Contemporánea 1862 – 1930. Publicado por la Academia Nacional de Historia. Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1965.
    – Estévez, Juan José. Pincén. Vida y leyenda, Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, 1991.
    – Fernández de Burzaco, Hugo. Aportes Biogenealógicos para un Padrón de Habitantes del Río de la Plata, Volumen VI, año 1991, Pág. 118.
    – Franco, Luis. Los grandes caciques de la Pampa. Ediciones del Candil, Buenos Aires, 1967.-
    – Gálvez, Manuel. El santito de la toldería, vida de Ceferino Namuncurá.. Editorial Poblet, Buenos aires, 1947. / Biografías Completas. Emecé Editores, Buenos Aires, 1962.
    – Gelly y Obes, Carlos María. Ocupación de la llanura pampeana, MCBA, Buenos Aires, 1979.
    – González, Miguel Hángel. Catrie Mapú; sociedad y cultura del indigenado en Azul (Pcia. de Buenos de Aires). MONOGRAFÍAS, NÚMERO 2. Editado por el Museo Etnográfico Municipal «Dámaso Arce», Olavarría – Buenos Aires, año 1967.-
    – Hux, Meinrado. Caciques Huilliches y Salineros. Ediciones Marymar, Buenos Aires, año 1991. / El Indio en la Llanura del Plata. Publicado por Provincia de Buenos Aires, Dirección General de Escuelas, Archivo Histórico «Ricardo Levene», 1984.-
    – Infesta de Guerci, María Elena. Aportes para el poblamiento de la Frontera del Salado. Publicado por el AHPBA, La Plata, año 1986.-
    – Kalfon, Pierre. Pampa. Publicado por Editions du Seuil, Collection: Roman Fr. Hc París, Francia, abril de 2007.
    – Lamas Alberto Jorge. A sable y lanza. Novela Histórica. Buenos Aires, 2007. Editorial: DUNKEN. / “… y llegó el Remington”. Novela Histórica. Buenos Aires, 1998 de FARO EDITORIAL.-
    – Liborio, Justo. A sangre y lanza; o, el último combate del Capitanejo Nehuén: Tragedia e infortunio de la epopeya del desierto. Ediciones Anaconda, Buenos Aires, 1969.-
    – Maantieteellinen Yhdistys. Geografiska sällskapets i Finland tidskrift = Sociedad de la revista Geográfica en Finlandia, Notas sobre el artículo: 3-4. Argentina (1891-1892). Publicado por Hufvudstadbladets Tryckeri, Finland, 1891.-
    – Martínez, Alvaro M. San Carlos de Bolívar: historia vieja, la fundación, aquellos primeros días. Buenos Aires, Año 1967.-
    – Memorias del Ministerio de Guerra y Marina, República Argentina, Buenos Aires, Edición año 1881 y otras. (*) Memorias del Ministerio de Guerra y Marina, Buenos Aires, República Argentina, Edición 1881 (Tomo II, Anexo A, Pág. 33) / Idem: Publicado en 1872 (Artículo: v. 2, Página 133).-
    – Maggiori, Ernesto. Gobernador Costa. Historias del Valle Genoa. Pág. 28. Imprenta Gráfica Editorial del Autor. Comodoro Rivadavia, año 2003.-
    – Mieyaa, Pedro. El Beato Miguel Garicoïts. Fundador de los Padres Bayoneses, Buenos Aires, 1942, Historia de la Iglesia. Buenos Aires, 1942, págs. 376/79.
    – Mulhal, Michael George l; Mulhall, Edward T.- Handbook of the River Plate: Comprising Buenos Ayres, the Upper Provinces, Banda Oriental, Paraguay. Vol. I. Publicado por Standard Printing Office, U.S.A., 1869.
    – Nelson, Ernesto. Moral y civismo. Libro primero. Para 2º y 3º grados, Pág. 56. Edición 2º, Publicado por A. Kapelusz y cía., Buenos Aires, 1937.-
    – Piccirilli. Ricardo, Francisco L. Romay y Leoncio Gianello. Diccionario Histórico Argentino. Ediciones Históricas Argentinas, Buenos Aires, año 1953.-
    – Poggi, Rinaldo Alberto. Academia Nacional de la Historia. Investigaciones y ensayos, Notas del articulo 1, Nº 47, Enero / Diciembre de 1997. Buenos Aires, 1997.-
    – Prado y Rojas, Aurelio. Leyes y decretos promulgados en la provincia de Buenos Aires desde 1810 á 1876. Publicado por Imprenta del Mercurio, Buenos Aires, 1877.-
    – Quevedo, Federico (Hijo). Caras y Caretas: El diplomático de la Pampa, una conversación con el capitán Solano. Año XV, Num. 732 (1912), Buenos Aires, Argentina, años 1998 y 1912.
    – Raone, Juan Mario. Fortines del desierto: Mojones de civilización. Talleres Gráficos “Editorial Lito”, Buenos Aires, año 1969.
    – Ras, Norberto. La guerra por las vacas: Más de tres siglos de una gesta olvidada. Editorial Galerna, Bs. As., año 2006.
    – Reseña relativa las suertes de estancia ofrecidas en propiedad en el Partido de Azul. Imprenta de Pablo E. Goni, Buenos Aires, 1864.
    – Revista Chilena de Historia y Geografía, editada por la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, Archivo Nacional (Chile). Santiago de Chile, Impr. Universitaria, 1934.
    – Revista del Instituto Nacional de Investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas (Nº 46, enero / marzo de 1997). Escrita y publicada por el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas. Buenos aires, 1997.-
    – Rojas Lagarde, Jorge Luís. El Malón de 1870 a Bahía Blanca y la Colonia de Sauce Grande. Ediciones Culturales Argentinas, 1984.
    – Ronco, Bartolomé J. Revista “Biblos”, Nº 1 y otros, Azul, Argentina, año 1923.-
    – Rotker, Susana. Cautivas Argentinas: A la Conquista de una Nación Blanca. Number 233, Editado por Rutgers University, 1997, U.S.A. / Captive Women: Oblivion and Memory in Argentina = «Cautivas: Olvidos y memoria en la Argentina «. Traducido por Jennifer French, 2002, Editado por University of Minnesota Press. (U.S.A.).
    – Salvadores, Antonino. Olavarría y sus colonias. La Plata: Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. Colección: Contribución a la historia de los pueblos de la provincia de Buenos Aires, 11, La Plata, 1937.-
    – Salvaire, Jorge María, Hux, Meinrado. Una excursión apostólica del Padre Salvaire a Salinas Grandes según su esbozo de diario completado. Publicado por Ministerio de Cultura y Educación, Secretaria de Estado de Cultura, Ediciones Culturales Argentinas, 1980.-
    – Sánchez, Justo I. Efemérides militares de la República Argentina. Pág. 104. Publicado por Talleres Gráficos del Arsenal Principal de Guerra, Buenos Aires, año 1906.-
    – Santillán, Diego A. de. Gran Enciclopedia Argentina. Ediar Soc. Anón. Editores, 1961.
    – Sarramone, Alberto. Historia del Antiguo Pago del Azul. Editorial Biblos, Azul, 1997. / Catriel y los Indios Pampas de Buenos Aires. Editorial Biblos, Azul, 1993.-
    – Sociedad Argentina de Antropología en Buenos Aires. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología (T.11-13 1977-79). Editado en Buenos Aires, 1977.-
    – Sociedad de Historia de Rosario. Revista de historia de Rosario. Publicado por Sociedad de Historia de Rosario, Ciudad de Rosario, Santa Fe, 1965.–
    – Sociedad Hebraica Argentina. Davar: revista literaria. Publicado en 1958.-
    – Sosa, Norma. Mujeres indígenas: De la Pampa y la Patagonia. Publicado por Emecé Editores, Buenos Aires, 2001.
    – Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Acuerdos y sentencias dictados por la Suprema Corte de Justicia. Publicado por Establecimiento Tipográfico El Orden, La Plata, años 1881 y 1906.-
    – Tanzi, Héctor José. Monseñor Aneiros, Arzobispo de Buenos Aires, y la Iglesia de su tiempo. Junta de Historia Eclesiástica Argentina, Buenos Aires, 2003.
    – Tarnopolski, Samuel. Libro con Indios Pampas y conquistadores del desierto, Editorial Expansión Bibliográfica Americana, Buenos Aires, 1958.
    – Udaondo, Enrique. Diccionario Biográfico Argentino. Imprenta Coni, Buenos aires, 1938. (Pág. 296, combate de campos de Solano) / El significado de la Nomenclatura de las estaciones ferroviarias de la República Argentina (Estación El Lenguaraz). Talleres Gráficos del Ministerio de Obras Públicas, 1942.
    – Valle, Antonio G. del. Recordando el Pasado. Editorial Placente y Dupuy, Azul, 1926. / Álbum Histórico – Ilustrado de la Ciudad de Azul, 1932.
    – Vélez, Francisco Melchor. Ante la posteridad: Personalidad marcial del Teniente General Don Julio A. Roca. Editorial Araujo, Buenos Aires, 1938.
    – Viñas, David. Indios, Ejército y frontera. Publicado por Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, 1983.-
    – Vizoso Gorostiaga, Manuel de. Diccionario y cronología histórica americana. Editorial Ayacucho, Buenos Aires, año 1947 –
    – Walter, Juan Carlos. La Conquista del Desierto. Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), Buenos aires, 1970.
    – Wilhelm de Moesbach, Ernesto; Pascual Coña, Rodolfo Lenz.- Vida y costumbres de los indígenas araucanos en la segunda mitad del siglo XIX – Santiago de Chile, Imprenta Uniiversitaria, 1936.-
    – Yaben, Jacinto R. Biografías argentinas y sudamericanas. Editorial Metrópolis, Buenos Aires, año1938.-
    – Yunque, Álvaro. Calfucurá. La conquista de las Pampas. Editorial Claridad / Ediciones A. Zamora, Buenos aires, 1956. / Historia de los argentinos. Ediciones Ánfora, Buenos Aires, 1968.-
    – Zeballos, Estanislao Severo. Callvucurá y la Dinastía de Los piedras. Editorial Hachette, Buenos Aires, 1954. / Recuerdos Argentinos. Editorial J. Peuser, Buenos Aires, 1890. / Callvucura; Paine; Relmu: Painé; Relmu. Editorial El Elefante Blanco, Buenos Aires, año 1998. / Conjuntamente con: Durán, Juan Guillermo Episodios en los territorios del sur, 1879. Publicado por El Elefante Blanco, Buenos Aires, 2004 .-
    – Catálogo del Archivo de la Real Audiencia y Cámara de Apelación de Buenos Aires. Escrito por Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Dr. Ricardo Levene, Río de la Plata (Viceroyalty). Real Audiencia (Buenos Aires), Rio de la Plata (Viceroyalty). Cámara de Apelación, Río de la Plata (Viceroyalty). Cámara de Apelación. Publicado por Provincia de Buenos Aires, Ministerio de Educación, Subsecretaría de Cultura, Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires «Ricardo Levene», 1974, Notas sobre el artículo: no. 4.- Página 71.-

    ALGUNAS OTRAS FUENTES
    – Archivo General de la Nación Argentina (A.G.N.) y Fototeca de la institución. Buenos Aires, Legajo: X-20-10-1 (Azul).
    – Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, ”Dr. Ricardo Levene”, La Plata, Pcia. de Buenos Aires.-
    – Archivo de Geodesia y Catastro de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, Pcia. de Buenos Aires.-
    – Museo Histórico Nacional (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina).
    – Museo y Archivo Etnográfico Municipal «Dámaso Arce», Olavarría – Pcia. de Buenos Aires.-
    – Archivo de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, La Plata, Pcia. de Buenos Aires.-
    – Museo Histórico Enrique Udaondo de Lujan, Pcia. de Buenos Aires.
    – Biblioteca del Estado Mayor del Ejército Argentino, Buenos Aires.
    – Museo Ricardo Güiraldes de San Antonio de Areco, Pcia. de Buenos Aires.
    – Archivo Histórico del Ejército Argentino, Buenos Aires.
    – Biblioteca y Archivo del Arzobispado de Buenos Aires. Legajo de Monseñor Aneiros sobre conversión de los indios.
    – Museo Dr. Julio Marc de la Ciudad de Rosario, Santa Fe.
    – Archivo de la Comisión de Beneficencia de la ciudad de Rosario, Pcia. de Santa Fe.
    – Diario «El Nacional» (Bs. As., 14-III-1873).
    – Diario “La Prensa» (Bs. As., 13- III- 1873).
    – Diario La Capital (Rosario, Marzo, 1873).
    – Diario El Tiempo (Azul, 09 de julio de 1964).
    – Diario La Vanguardia (Barcelona, España, 2 de noviembre de 1882, Año 2, número 506).
    – Archivo Basílica Nacional, Ntra. Sra. de Luján, Pcia. de Buenos Aires, Carpeta Nº 13, J. M. Salvaire.
    – Iglesia Catedral “Nuestra Sra. del Rosario”, ciudad de Azul, Diócesis homónima, Pcia. de Buenos Aires.
    – Hemeroteca Bartolomé J. Ronco, Ciudad de Azul, Pcia. de Buenos Aires.
    – Archivo de la Municipalidad de Azul, Pcia. de Buenos Aires.
    – Museo Histórico y Etnográfico “Enrique Squirru”, ciudad de Azul, Pcia. de Buenos Aires.
    – Internet: http://www.wilsoncenter.org/topics/docs/ACF352.pdf (U.S.A.) y varias.-
    ——————————————–
    (1): “Era encargado o jefe del convoy de carretas el Teniente Solano, padre del capitán Rufino Solano (sic)”, misma obra (A. del Valle, Capítulo “Fundación de Azul”), mismo Tomo, Pág. 217.- // Por su notable trayectoria, el cofundador de Azul, DIONISIO SOLANO, fue ascendido a Tte. Coronel por el Tte. General Benjamín Victorica; dato asentado en Memorias del Ministerio de Guerra y Marina, Honorable Congreso de la Nación , República Argentina, Buenos Aires, Edición 1881, Pág. 33.-
    ————————————————–

    PUBLICADO EN DIARIO “EL TIEMPO” DE LA CIUDAD DE AZUL DEL 08 DE NOVIEMBRE DE 2007.-
    PUBLICADO EN “TODO ES HISTORIA”, Nº 487, FEBRERO DE 2008, DIRECTOR / EDITOR: DR. FÉLIX LUNA.-
    PUBLICADO EN “EL FEDERAL”, Nº 205, ABRIL DE 2008, SUPLEMNTO “EL TRADICIONAL” (Nº 85). Directores: IGNACIO FILDANZA / RAÚL OSCAR FINUCCI.
    ————————————————-

    EL CAPITÁN RUFINO SOLANO, SINGULAR PERSONAJE DE LA HISTORIA DE AZUL Y DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA.-

    Hace casi un siglo, a la edad de 76 años, moría en nuestra ciudad el capitán azuleño don Rufino Solano. Este muy particular militar, recordado como “El diplomático de las pampas”, desplegó inigualables acciones en favor de la paz, la libertad y la vida en la denominada “frontera del desierto”. Como resultado de estas acciones Rufino Solano, mediante su trato proverbial con el aborigen, consiguió redimir PERSONALMENTE a centenares de mujeres, niños y otros prisioneros, de ambos bandos, impulsado siempre por un notable y especial sentimiento hacia el género, encarnado en la lacerada figura de la cautiva. Asimismo, se destacan entre sus acciones, el haber evitado sangrientos enfrentamientos mediante sus prodigiosos oficios de mediador y pacificador, pactando con los máximos caciques indígenas numerosos acuerdos de paz y de canjes de prisioneros. Realizando esta arriesgada tarea en beneficio de la población de Azul y de numerosas localidades de la Provincia de Buenos Aires e incluso de otras provincias aledañas. Entre otras significativas intervenciones del capitán Rufino Solano, se encuentra la de haber formado parte de los cimientes que dieron origen a las actuales ciudades de Olavarría y San Carlos de Bolívar; en el plano religioso, cumplió destacado protagonismo sirviendo de enlace en la acción evangelizadora hacia el aborigen llevada a cabo por la Iglesia de aquella época. En cumplimiento de esta última actividad, se lo vio prestando estrecha y activa colaboración al Padre Jorge María Salvaire, fundador de la Gran Basílica de Luján denominado “El misionero del desierto y de la Virgen del Luján” y actuando de ineludible interlocutor entre los jerarcas aborígenes y el Arzobispado de la ciudad de Buenos Aires, en la persona del Arzobispo Dr. León Federico Aneiros, llamado “El Padre de los Indios”. Esta encomiable labor del capitán Rufino Solano fue desarrollada durante sus más de veinte años de carrera militar y continuó ejerciéndola después de su retiro hasta su muerte, ocurrida en 1913. Actualmente obra en la Legislatura de la Pcia. de Buenos Aires, un proyecto de ley para declararlo Ciudadano Ilustre de dicha provincia.-
    Autor: Omar Alcántara
    http://www.senado-ba.gov.ar/individual.aspx?tipo=1&id=1&idP=274
    “Clic” sobre la Página web oficial para abrir

    #10361
    Anónimo
    Invitado

    EL CAPITÁN RUFINO SOLANO, SINGULAR PERSONAJE HISTÓRICO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y DE ARGENTINA.-

    Hace casi un siglo, a la edad de 76 años, dejaba de existir el capitán azuleño don Rufino Solano. Este muy particular militar, recordado como “El diplomático de las pampas”, desplegó inigualables acciones en favor de la paz, la libertad y la vida en la denominada “frontera del desierto”. Como resultado de estas acciones Rufino Solano, mediante su trato proverbial con el aborigen, consiguió redimir PERSONALMENTE a centenares de mujeres, niños y otros prisioneros, de ambos bandos, impulsado siempre por un notable y especial sentimiento hacia el género, encarnado en la lacerada figura de la cautiva.

    Asimismo, se destacan entre sus acciones, el haber evitado sangrientos enfrentamientos mediante sus prodigiosos oficios de mediador y pacificador, pactando con los máximos caciques indígenas numerosos acuerdos de paz y de canjes de prisioneros. Realizando esta arriesgada tarea en beneficio de la población de Azul y de numerosas localidades de la Provincia de Buenos Aires e incluso de otras provincias aledañas. Entre otras significativas intervenciones del capitán Rufino Solano, se encuentra la de haber formado parte de los cimientes que dieron origen a las actuales ciudades de Olavarría y San Carlos de Bolívar, entre otras más.-

    En el plano religioso, cumplió destacado protagonismo sirviendo de enlace en la acción evangelizadora hacia el aborigen llevada a cabo por la Iglesia de aquella época. En cumplimiento de esta última actividad, se lo vio prestando estrecha y activa colaboración al Padre Jorge María Salvaire, fundador de la Gran Basílica de Luján denominado “El misionero del desierto y de la Virgen del Luján” y actuando de ineludible interlocutor entre los jerarcas aborígenes y el Arzobispado de la ciudad de Buenos Aires, en la persona del Arzobispo Dr. León Federico Aneiros, llamado “El Padre de los Indios”.

    Esta encomiable labor del capitán Rufino Solano fue desarrollada durante sus más de veinte años de carrera militar y continuó ejerciéndola después de su retiro hasta su muerte, ocurrida en 1913. Actualmente obra en la Legislatura de la Pcia. de Buenos Aires, un proyecto de ley para declararlo Ciudadano Ilustre de dicha provincia.-
    http://elcapitanrufinosolano.blogspot.com

Viendo 15 entradas - de la 1 a la 15 (de un total de 27)
  • Debes estar registrado para responder a este debate.